lunes, 31 de julio de 2017

Otamendi, Campana.


Caballo de los sueños.

Innecesario, viéndome en los espejos
con un gusto a semanas, a biógrafos, a papeles,
arranco de mi corazón al capitán del infierno,
establezco cláusulas indefinidamente tristes.

Vago de un punto a otro, absorbo ilusiones,
converso con los sastres en sus nidos:
ellos, a menudo, con voz fatal y fría
cantan y hacen huir los maleficios.

Hay un país extenso en el cielo
con las supersticiosas alfombras del arco iris
y con vegetaciones vesperales:
hacia allí me dirijo, no sin cierta fatiga,
pisando una tierra removida de sepulcros un tanto frescos,
yo sueño entre esas plantas de legumbre confusa.

Paso entre documentos disfrutados, entre orígenes,
vestido como un ser original y abatido:
amo la miel gastada del respeto,
el dulce catecismo entre cuyas hojas
duermen violetas envejecidas, desvanecidas,
y las escobas, conmovedoras de auxilios,
en su apariencia hay, sin duda, pesadumbre y certeza.
Yo destruyo la rosa que silba y la ansiedad raptora:
yo rompo extremos queridos: y aún más,
aguardo el tiempo uniforme, sin medidas:
un sabor que tengo en el alma me deprime.

Qué día ha sobrevenido! Qué espesa luz de leche,
compacta, digital, me favorece!
He oído relinchar su rojo caballo
desnudo, sin herraduras y radiante.
Atravieso con él sobre las iglesias,
galopo los cuarteles desiertos de soldados
y un ejército impuro me persigue.
Sus ojos de eucaliptos roban sombra,
su cuerpo de campana galopa y golpea.

Yo necesito un relámpago de fulgor persistente,
un deudo festival que asuma mis herencias.

Pablo Neruda.

jueves, 27 de julio de 2017

Atardecer en Vicente López.

...si te gustan mis poemas, déjalos
caminar en el atardecer, un poco detrás de ti...

Edward Estlin Cummings.

Bienvenida, Mario Benedetti.


..."Se me ocurre que vas a llegar distinta 
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero

después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco"...

(Bienvenida, Mario Benedetti.)

Ferroclub Cne. Lynch.


...El calendario afloja
por las ruedas del tren
los números del año
por el filo del riel
Más vuelta dan los fierros
más nubes en el mes
más largos son los rieles
más agrio es el después
run run se fue
P´al norte
que le vamos a hacer...

(Violeta Parra).

Bomberos Voluntarios de Benavidez.


.
Sociedad de Bomberos Voluntarios de 
Benavidez, Dto N°1 Dique Lujan.

Atardecer en Maschwitz.



Dique Lujan.


...¿Qué le digo a la muerte, tantas veces llamada
a mi lado que, al cabo, se ha vuelto mi hermana?
¿Qué le digo a la gloria vacía de estar solo,
haciéndome el triste, haciéndome el lobo?

¿Qué le digo a los perros que se iban conmigo
en noches perdidas de estar sin amigos?
¿Qué le digo a la luna que creí compañera
de noches y noches sin ser verdadera?...

 ¿Qué hago ahora?, Silvio Rodríguez.

Dique Lujan.


Un  Renault 11 en Dique Lujan, 
volver a la década de los 80's por un instante.

martes, 25 de julio de 2017

Atardecer en Dique Lujan.


La jaula. 

 Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.

Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche
y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.

Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.

Alejandra Pizarnik.

lunes, 24 de julio de 2017

Atardecer en Dique Lujan.


..."Y su luz llegó
al reino oscuro a las torres del ayer,
y la simiente arrebatada de su amor
sintiose renacer al contacto de su calor
y de su quehacer.

Luego al final,
a la hora en que se suponía atardecer,
sintieron que la luz quedó en su respirar
como una sangre de la atmósfera, un poder,
un pacto eterno con la claridad solar,
con ser"...

Leyenda  (Silvio Rodríguez).

sábado, 22 de julio de 2017

Invierno en Mar del Plata.


El café. 

Sentado en el café cuentas el día,
el año, no sé qué, cuentas la taza
que bebes yerto; y en tu adiós, la casa
del ojo, muerta, sin color, vacía.

Sentado en el ayer la taza fría
se mueve y mueve, y en la luz escasa
la muerte en traje de francesa pasa
royendo, a solas, la melancolía.

Sentado en el café oyes el río
correr, correr, y el aletazo frío
de no sé qué: Tal vez de ese momento.

Y en medio del café queda la taza
vacía, sola, y a través del asa
temblando el viento, nada más, el viento.

Miguel Arteche.

sábado, 15 de julio de 2017

Invierno en Mar del Plata.



El Mar.

 Necesito del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navíos.
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.

Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.

Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
y sin embargo el pulso que subía
y bajaba a su abismo,
el frío del azul que crepitaba,
el desmoronamiento de la estrella,
el tierno desplegarse de la ola
despilfarrando nieve con la espuma,
el poder quieto, allí, determinado
como un trono de piedra en lo profundo,
substituyó el recinto en que crecían
tristeza terca, amontonando olvido,
y cambió bruscamente mi existencia:
di mi adhesión al puro movimiento.

Pablo Neruda.

Invierno en Mar del Plata.

Invierno en Mar del Plata.

domingo, 2 de julio de 2017

La bicicleta.


..."La bicicleta
lanza su sombra al pavimento
–interminable cinta–
como sólo ella sabe.
La sombra crece, se estira allá, muy lejos,
y alcanza la otra orilla;
luego viene y me cuenta
o, si no,
desaparece, se pierde en un suspiro
y otra surge despacio
para cubrir la ausencia
de la sombra que somos mi bicicleta y yo"...

Sergio Cordero.

Estación Benavides.


El atardecer deja remembranzas de viejas estaciones.