domingo, 11 de diciembre de 2016

viernes, 9 de diciembre de 2016

Atardecer en el Puerto de Olivos.


 Otro cielo.

 No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre faltaría el pájaro en silencio

no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras al fin como es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón

no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo

eso es por que se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegue al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.

 Mario Benedetti.

Zárate, provincia de Buenos Aires.

Una barca sin pescador, Río Paraná, en Zarate.

Zárate, provincia de Buenos Aires.


"Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo"...

(Alejandro Dolina).

jueves, 8 de diciembre de 2016

Atardecer.


 El coleccionista de atardeceres.

Sentado siempre en soledad, 
espera un nuevo atardecer, 
Sonríe ante la gran inmensidad, 
por un momento se para el mundo. 

Un día encontró el amor 
y no lo pudo conservar, 
se prometió esperarlo hasta el final, 
sin darse cuenta pasan los años, 
el tiempo ya no puede hacer daño. 

Desnudo su corazón, 
lleno de miedos. 
Hizo un trato con el sol, 
un sueño que esta vida me traiga. 
Tan solo estoy seguro de que el tiempo, 
es todo lo que tengo, 
es todo lo que tengo. 

Sentado siempre en soledad, 
observa lo que otros no ven. 
El cielo va cambiando de color, 
sin darse cuenta se ha echo de noche, 
la luna espera un nuevo horizonte. 

Desnudo su corazón, 
lleno de miedos. 
Hizo un trato con el sol, 
un sueño que esta vida me traiga. 
Tan solo estoy seguro de que el tiempo, 
es todo lo que tengo, 
es todo lo que tengo. 

Y no, ni la mayor de las distancias, 
tranquilizan su esperanza. 

Desnudo su corazón, 
lleno de miedos. 
Hizo un trato con el sol, 
un sueño que esta vida me traiga. 
Tan solo estoy seguro de que el tiempo, 
es todo lo que tengo, 
es todo lo que tengo.

(El sueño de Morfeo).

Julio Cortázar.


El árbol, el río, el hombre.

Al árbol ya cortado
No lo claves en tierra
Porque su copa seca
No engañara a los pájaros

Al río que discurre
No le levantes diques
Porque en el aire libre
Cabalgaran las nubes

Al hombre desterrado
No le hables de su casa
La verdadera patria
Caro lo está pagando

El árbol ya cortado
El río que discurre
Y el hombre desterrado
Caro lo están pagando

Julio Cortázar.

martes, 6 de diciembre de 2016

Atardecer.



Curriculum

El cuento es muy sencillo 
usted nace 
contempla atribulado 
el rojo azul del cielo 
el pájaro que emigra 
el torpe escarabajo 
que su zapato aplastará 
valiente 

usted sufre 
reclama por comida 
y por costumbre 
por obligación 
llora limpio de culpas 
extenuado 
hasta que el sueño lo descalifica 

usted ama 
se transfigura y ama 
por una eternidad tan provisoria 
que hasta el orgullo se le vuelve tierno 
y el corazón profético 
se convierte en escombros 

usted aprende 
y usa lo aprendido 
para volverse lentamente sabio 
para saber que al fin el mundo es esto 
en su mejor momento una nostalgia 
en su peor momento un desamparo 
y siempre siempre 
un lío 

entonces 
usted muere.

Mario Benedetti.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Estación Centrángolo

La estación Centrángolo, intermedia entre Florida y Bartolomé Mitre, fue  inaugura recién el 4 de mayo de 1951,  hecho posterior a la nacionalización de los ferrocarriles ingleses ocurrida el 1º marzo de 1948 durante el gobierno de Perón. El nombre de la estación hace honor al Dr. Antonio Cetrángolo, médico clínico argentino, dedicado en forma especial y destacada a la tisiología, fallecido el 21 de septiembre de 1949, también llevan su nombre una calle y el Hospital del Tórax, cercano a la estación en el barrio de Florida, partido de Vicente López.
Los jacarandá en flor visten en piso de la estación durante los meses de Noviembre y Diciembre. 

La estación esta rodeada de árboles y flores.
Durante el año 2017 la estación "sufrirá" una remodelación, como viene pasando con el resto del ramal, esperamos que respeten la arquitectura original.
A pocos  metros, en la esquina de las calles Buenos Aires y General J. M. Paz, funcionaba el bar donde se filmaron Los cuentos de Fontanarrosa, un ciclo de unitarios que se emitió semanalmente por Canal 7 durante el año 2007. Se trató de 33 episodios basados en los cuentos de Roberto "Negro" Fontanarrosa, llevados por primera vez a la pantalla con la adaptación del guionista Rodrigo Grande, con producción de Coco Sily, Daniel Aráoz y Javier Nir. Cada episodio desarrolla uno o dos cuentos teniendo como hilo conductor una mesa de amigos de un bar, supuestamente en Rosario, las anécdotas de estos amigos servirán como disparadores de las historias de cada capítulo.
Hoy el bar se encuentra cerrado y la propiedad en venta. 

sábado, 3 de diciembre de 2016

viernes, 2 de diciembre de 2016

Costa de Vicente López.


Arte poética.

Mirar el río hecho de tiempo y agua 
y recordar que el tiempo es otro río, 
saber que nos perdemos como el río 
y que los rostros pasan como el agua. 

Sentir que la vigilia es otro sueño 
que sueña no soñar y que la muerte 
que teme nuestra carne es esa muerte 
de cada noche, que se llama sueño. 

Ver en el día o en el año un símbolo 
de los días del hombre y de sus años, 
convertir el ultraje de los años 
en una música, un rumor y un símbolo, 

ver en la muerte el sueño, en el ocaso 
un triste oro, tal es la poesía 
que es inmortal y pobre. La poesía 
vuelve como la aurora y el ocaso. 

A veces en las tardes una cara 
nos mira desde el fondo de un espejo; 
el arte debe ser como ese espejo 
que nos revela nuestra propia cara. 

Cuentan que Ulises, harto de prodigios, 
lloró de amor al divisar su Itaca 
verde y humilde. El arte es esa Itaca 
de verde eternidad, no de prodigios. 

También es como el río interminable 
que pasa y queda y es cristal de un mismo 
Heráclito inconstante, que es el mismo 
y es otro, como el río interminable.

Jorge Luis Borges