martes, 28 de julio de 2015

Pablo Neruda.


Ya se fue la ciudad

Cómo marcha el reloj sin darse prisa
con tal seguridad que se come los años;
los días son pequeñas y pasajeras uvas,
los meses se destiñen descolgados del tiempo.

Se va, se va el minuto hacia atrás, disparado
por la más inmutable artillería
y de pronto nos queda sólo un año para irnos,
un mes, un día, y llega la muerte al calendario.

Nadie pudo parar el agua que huye,
no se detuvo con amor ni pensamiento,
siguió, siguió corriendo entre el sol y los seres,
y nos mató su estrofa pasajera.

Hasta que al fin caemos en el tiempo, tendidos,
y nos lleva, y ya nos fuimos, muertos,
arrastrados sin ser, hasta no ser ni sombra,
ni polvo, ni palabra, y allí se queda todo
y en la ciudad en donde no viviremos más
se quedaron vacíos los trajes y el orgullo.

Pablo Neruda.

lunes, 27 de julio de 2015

Antonio Machado.



Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Antonio Machado.

martes, 21 de julio de 2015

Barracas.

Parroquia y santuario Santa Lucia.
Av. Montes de Oca 550.


En 1783 se levantó en este lugar un oratorio dedicado a Santa Lucía de Siracusa, protectora del barrio de Barracas y patrona de la vista, según la tradición católica. Cien años más tarde, la Iglesia argentina compró el terreno y construyó el edificio actual, que se inauguró en 1887. Las fiestas patronales se realizan el 30 de agosto y congregan a numerosos fieles. En esa fecha (declarado como “Día de Barracas”, por decisión del Gobierno porteño en 1989), los vecinos recuerdan y rinden homenaje a su Santa Patrona.

lunes, 20 de julio de 2015

Bécquer.


Cuando miro el azul horizonte... (Rima VIII)

Cuando miro el azul horizonte 
            perderse a lo lejos 
al través de una gasa de polvo 
            dorado e inquieto, 

me parece posible arrancarme 
            del mísero suelo, 
y flotar con la niebla dorada 
            en átomos leves 
            cual ella deshecho. 

Cuando miro de noche, en el fondo 
            oscuro del cielo 
las estrellas temblar, como ardientes 
            pupilas de fuego, 

me parece posible a do brillan 
            subir en un vuelo, 
y anegarme en su luz, y con ella s
            en lumbre encendido 
            fundirme en un beso.

En el mar de la duda en que bogo,
            ni aún sé lo que creo;
¡sin embargo, estas ansias me dicen 
            que yo llevo algo 
            divino aquí dentro.

Gustavo Adolfo Bécquer.

domingo, 12 de julio de 2015

Cicloturismo urbano.

Esperando que llegue el  tren en la estación Centrángolo,
 Florida, partido de Vicente López. 

La estación Centrángolo, intermedia entre Florida y Bartolomé Mitre, se inaugura recién el 4 de mayo de 1951, hecho posterior a la nacionalización de los ferrocarriles ingleses ocurrida el 1ºde marzo de 1948. El nombre de la estación hacía honor al Dr. Antonio Cetrángolo, fallecido el 21 de septiembre de 1949.

viernes, 10 de julio de 2015

Trenes y bicicletas.

 Línea Mitre, Estación Coghlan, el anden tiene identificado donde
 se detiene el coche que cuenta con medio furgón para bicicletas.

Todos los servicio ferroviarios deberían contar con furgones para bicicletas, tanto los urbanos como los de media y larga distancia, lamentablemente en la argentina solo los servicios eléctricos y algunos diesel tienen  furgón habilitado para bicicletas, otros en cambio  como los servicios diesel a Capilla del Señor, desde Victoria, se elimino y no  se permite el ingreso de ellas,  también están excluidas  en los servicio diferenciales y de larga distancia, estos últimos   si bien cuentan con un furgón momentáneamente no esta habilitado.   

Coghlan.

El nombre de la estación fue un homenaje dispuesto por el gobierno argentino al ingeniero irlandés John Coghlan (Condado de Kurry, Irlanda del Sur 1824 – Londres, Inglaterra 1890), quien había sido elegido en 1857 por la Casa Baring para ocupar el cargo de ingeniero en Buenos Aires, y había trabajado en diversos proyectos de ingeniería civil, entre 1857 y 1887, entre los que se cuentan: mejoras para el puerto de Buenos Aires, trabajos de altimetría en el casco de la ciudad; estudios sobre el desagüe de aguas pluviales y cloacales por separado y en redes subterráneas; provisión de aguas corrientes; tecnificación del agua; extensión del Ferrocarril Sud (Roca) desde Azul hasta Bahía Blanca; y, finalmente, la ampliación del tendido del Ferrocarril de Buenos Aires a Campana, hasta Rosario. Es por este último proyecto que el ramal cambia su nombre a Ferrocarril de Buenos Aires y Rosario; y las autoridades, le otorgan su nombre a la estación cabecera del ramal. 

En 1887, durante el gobierno de Juárez Celman, se le otorga a Emilio Nouguier la concesión del ramal ferroviario para unir Belgrano al pueblo Las Conchas (hoy, Tigre), quien crea para la tarea la Compañía Nacional de los Ferrocarriles Pobladores en el año 1888; la cual compra tierras en los alrededores de las futuras estaciones de tren con el objetivo de rematarlas cuando las obras estuvieran realizadas. Dichas tierras pertenecían ya al Barrio de Belgrano. La intención era, desde un primer momento, la de realizar un negocio inmobiliario.  

En febrero de 1891 comenzó a funcionar el servicio regular del primer tramo del ramal Estación Central (Rosario) - Tigre (Buenos Aires), tendido por el Ferrocarril Buenos Aires y Rosario. 

El ramal contaba con cuatro estaciones propias: Coghlan, Saavedra, Florida y Bartolomé Mitre, inauguradas simultáneamente en 1891, completándose en sucesivas etapas San Isidro 1892, San Fernando 1894 y Tigre R 1896, y empalmando luego con las vias del F.C. Bs. As. y Rosario. 

Luego de la puesta en marcha del servicio ferroviario, se venden en remate público las manzanas comprendidas entre las calles Monroe, Tronador, Congreso y Melián, dentro de las cuales estaba ubicada la Estación Coghlan, ocupando un predio de 25.000 m2.

lunes, 6 de julio de 2015

Martínez, partido de San Isidro.


ARTE POÉTICA.

Mirar el río hecho de tiempo y agua
Y recordar que el tiempo es otro río,
Saber que nos perdemos como el río
Y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
Que sueña no soñar y que la muerte
Que teme nuestra carne es esa muerte
De cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
De los días del hombre y de sus años,
Convertir el ultraje de los años
En una música, un rumor y un símbolo,

Ver en la muerte el sueño, en el ocaso
Un triste oro, tal es la poesía
Que es inmortal y pobre. La poesía
Vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
Nos mira desde el fondo de un espejo;
El arte debe ser como ese espejo
Que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
Lloró de amor al divisar su Itaca
Verde y humilde. El arte es esa Itaca
De verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
Que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
Y es otro, como el río interminable.

Jorge Luis Borges.