lunes, 22 de enero de 2007




UNA FOTO PREMIADA. Los afiches recordando a Cabezas, al cumplirse un año del crimen en Plaza de Mayo. (J. C. Vollaro / Archivo Clarín)


LA MUERTE DEL FOTOGRAFO QUE CONMOVIO AL PODER
A 10 años del crimen, sólo dos de los asesinos de Cabezas están presos

Son los policías Prellezo, que lo ejecutó, y Gómez, que dio zona liberada. El resto está libre. Ríos cumple arresto en su casa y uno de los horneros murió.

Rodolfo Lara LA PLATA. CORRESPONSAL
A diez años del crimen de José Luis Cabezas, sólo dos personas permanecen en la cárcel: el oficial Gustavo Prellezo, quien ejecutó de dos balazos en la nuca al reportero gráfico y Alberto "La Liebre" Gómez, el ex comisario de Pinamar encargado de liberar la zona para el asesinato.Tres de los cuatro "horneros" (Héctor Retana murió en 2001 en la Unidad 9) que acompañaron a Prellezo hasta el hueco arcilloso donde ejecutaron al fotógrafo de Noticias quedaron libres. También los policías Sergio Cammarata y Aníbal Luna.El ex jefe de seguridad de Alfredo Yabrán, el ex sargento del Ejército Gregorio Ríos, tiene arresto domiciliario. Y Yabrán, el autor intelectual, se voló los sesos en el baño lustroso de una estancia de Entre Ríos. El fogonazo de los disparos en una cava abandonada de General Madariaga, aquel 25 de enero de 1997, hizo temblar el poder político del gobernador Eduardo Duhalde. E inició un proceso, aún irresuelto, de depuración policial. Alguien adjudicó a Duhalde haber dicho "me tiraron un cadáver". La frase aumentaba su contenido en medio de la pelea política con Carlos Menem.Yabrán fue recibido en la Casa Rosada, en el último intento de salvataje. Hubo una maniobra para el desvío de la investigación hacia una presunta banda de Mar del Plata, liderada por Margarita Di Tulio ("Pepita la Pistolera") pero no funcionó.El empresario había levantado su imperio telepostal con los militares, se diversificó con el gobierno de Raúl Alfonsín y en el primer tramo de la gestión de Menem intentó quedarse con todo el negocio. Con Domingo Cavallo como ministro de Economía, le ofrecieron asociarse con la empresa estadounidense Federal Express y, al negarse, comenzaron sus problemas.Lo mortificaban las denuncias sobre accionar mafioso en el Congreso y el seguimiento de la DEA. Y, en menor medida, la persecución de los fotógrafos, pero el disparo de una cámara contribuyó a su caída. En febrero del 96, Cabezas lo captó cuando caminaba despreocupado por una playa de Pinamar. Casi un año después, el reportero apareció muerto en la cava. En 2000, la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores, dictaminó que Yabrán era el "instigador principal" del hecho.Nunca se enteró: el 20 de mayo de 1998 se disparó un escopetazo en la boca. Estaba solo, tras dos semanas en la clandestinidad, sin los amigos del poder. Se suicidó en una estancia en Entre Ríos, el lugar donde nació. El juicio fue rápido. En enero de 2000, el Tribunal dictó condenas. Gustavo Prellezo: autor material del crimen. Condenado a reclusión perpetua. Sus abogados no tramitaron el recurso del dos por uno a tiempo y permanecerá en prisión con perpetua.José Luis Auge: fue el primer "hornero" en abandonar la cárcel el 14 de diciembre de 2004. Pagó una fianza de 20 mil pesos. Trabaja como portero en una confitería de La Plata.Sergio González: un hornero que tardó dos meses más que su compañero en dejar el presidio. Lo hizo el 24 de febrero 2005.Horacio Braga: el último integrante de la banda de rateros —convertidos en criminales— en quedar en libertad (29 de abril 2005). Maneja un remís.Sergio Cammarata: estuvo detenido desde el 10 de abril de 1997 hasta el 14 de octubre 2006. Fue condenado a prisión perpetua por su responsabilidad en el crimen. Avisó a "los horneros" que Cabezas dejaba la fiesta del empresario Andreani. La Cámara de Apelaciones concedió su excarcelación al aplicar el 2x1, utilizado en los casos sin sentencia firme. El 13 de noviembre 2003 la Cámara de Casación redujo su pena a 25 años.Gregorio Ríos: fue detenido en setiembre de 1997 y en 2000 condenado a prisión perpetua. Como en los casos anteriores, el cambio de carátula a "privación ilegal de la libertad con violencia, con homicidio" atenuó la pena. En 2003 le bajaron la condena a 27 años. El 7 de noviembre 2006 fue liberado. Tiene arresto domiciliario, bajo custodia de su esposa, Rosa Rodríguez.Aníbal Luna: el ex oficial de Pinamar fue el último en quedar en la calle (18 de agosto 2006). Su hermano y un amigo de Castelli le aportaron los 40 mil pesos para la fianza. Trabaja en Ostende con un transporte escolar.
La Argentina, como si nada nos hubiera sucedido
Fernando Gonzalez

El país que gira sobre sí mismo no podía recordar a José Luis Cabezas de otro modo. Con apenas dos de sus asesinos presos. Porque el resto disfruta de tres formas diferentes de libertad: uno está muerto; otro cumple arresto en su casa y los demás andan por allí, como si nada hubiera sucedido el 25 de enero de 1997.Es que así es la cara más despreciable de la Argentina. La que tiene que ver con la violencia, la muerte y la impunidad. Después del asesinato de Cabezas, pocas cosas cambiaron para evitar que les pase lo mismo a otros argentinos en el futuro.Duhalde puso en cuarentena a la Policía bonaerense. Arslanián fue nombrado ministro y comenzó una serie de purgas en la fuerza de seguridad más temida del país. Pasaron los años y algunas elecciones, y Duhalde logró convertirse en presidente.Pero los cambios no consiguieron demasiado. No sirvieron las leyes votadas por los legisladores ni la interpretación de los jueces, que suelen terminar con los delincuentes fuera de la cárcel mucho antes de cumplir sus condenas. Así pasó con Cabezas. El delito continúa ganando la carrera con bastante comodidad.Lo que sí cambió en el país adolescente es la vida de quienes más querían a Cabezas. Sus padres aún lo sufren. Y hace 10 años que su mujer y su hija lo extrañan en España.

FUENTE: DIARIO CLARIN, LUNES 22 DE ENERO 2007

http://www.clarin.com/diario/2007/01/22/elpais/p-00603.htm


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