Estación Victoria, ramal diésel a Capilla del Señor.
TREN FUGITIVO (ANÓNIMO)
Me voy de viaje, te dejo mi esencia triunfalista, te dejo mi escudo y espada.
No sé cuándo volveré, el tiempo no es una vía de un solo sentido
Tal vez vuelva la semana pasada, tal vez vea el momento que te besé
Solo espérame como lo hace las noches al día, tal vez regrese cuando suceda un eclipse de sol.
En mi equipaje guarde tus miradas y mis lentes de sol, no quiero que nadie me vea llorar,
Pues con tus ojos me inspiras ternura, conmoción, tanta, no soportaré mirarte cuando no estés.
Conmigo llevo los latidos de tu corazón, para escucharlos a cada día, en cada momento,
En las noches dormiré escuchándote cuando más en calma estabas.
Porque preguntas a donde voy, jamás irás a ese lugar, jamás me buscarás.
El boleto de tren, no expresa el nombre del lugar, ya el encargado lo sabrá.
Tampoco quiero que lo sepas, no es precisamente el mayor secreto,
Y aunque no pretendo huir, solo deseo darle lugar a la esperanza que en ti se perdió.
Si te preguntan los curiosos por mí, evade el tema como la vida en homicidio,
Si te sientes valiente, solo di que un día salí a caminar y que olvide como regresar.
Si alguien me cuestiona por ti, que sea inteligente con las palabras,
Para alcanzar el conocimiento hace falta estar limpio, no haber cometido delito.
De ti diré que no hubo mejor bella a mi lado, que fuiste la frescura en verano,
Contaré de los días que enferma aún relucías, transpirabas fortaleza aún en la molestia.
Relataré lo tierna que con fiebre parecías, de la escena maravillosa de verte beber el jarabe,
La satisfacción que me dejaste en un rincón, lo tangible de tu fiable corazón.
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