Iglesia de San Vicente Ferrer.
Proyectada por el prestigioso arquitecto Pedro Benoit, la Iglesia San Vicente Ferrer fue inaugurada en 1876. Ubicada en la localidad de San Vicente, en las calles Bolívar entre San Martín e Irigoyen, forma parte del casco histórico de la ciudad.
Se encuentra situada frente a la plaza Mariano Moreno y al palacio municipal, La creación de este templo fue una necesidad de la época de su fundación, la urgencia de construir una parroquia cerca de los moradores de la “laguna de la reducción”. A mediados del siglo XVIII, el párroco Vicente Pessoa levantó una pequeña Capilla bajo la advocación de San Vicente Ferrer, en la orilla de la laguna, para atender a los pobladores que se iban instalando en sus alrededores.
Años más tarde, y luego de la independencia argentina, San Vicente ya se había convertido en una localidad autónoma, con su propia autoridad. Por eso, en 1856 se decidió mudar el pueblo desde la orilla de la Laguna hacia su actual ubicación, para evitar las sucesivas inundaciones.
El traslado del pueblo obligó a proyectar un nuevo templo en la nueva ciudad. Pero por falta de fondos sólo se pudo construir una sala municipal en el nuevo poblado, por lo cual el templo se instaló en ese edificio y su inauguración provisoria se realizó en 1859.
Sin embargo, la idea de construir una iglesia en la ciudad no sería desechada. Con el auxilio del Gobierno y los vecinos se inició la construcción del nuevo templo, que quedó inaugurado definitivamente el 30 de septiembre de 1876. A comienzos de 1894 la Municipalidad donó los lotes detrás de la iglesia para la casa parroquial.
El edificio de la iglesia se erigió frente a la municipalidad. Fue proyectado por el prestigioso arquitecto, ingeniero y urbanista Pedro Benoit, auxiliado por Simón Barres como contratista. Si bien la construcción del templo fue programada para tres naves, sólo se construyó la nave principal (con 47 varas de largo, 12 de ancho y 16 de alto) acompañada de dos torres de un alto de 25 varas, una de ellas con un campanario. En tanto el altar mayor y su retablo fueron construidos por el arquitecto Carlos Pibernat.
En su interior tiene una amplia nave central que además del altar principal, tiene otros cuatro altares en cada unos de sus pasillos, donde se conservan dos imágenes de la Capilla primitiva del siglo XVII y del altar que se encontraba en la sala municipal. A su vez, el templo también atesora una imagen de San Vicente Ferrer, de vestir, donada por el Dr. Luis Sáenz Peña, vecino del partido, y dos altares que habían pertenecido a la antigua iglesia de San Francisco.
En 1998 se propuso una restauración de la Iglesia San Vicente Ferrer, que se llevó a cabo en 1999, por el Ente de reconstrucción del conurbano bonaerense.
Las obras, que demandaron ocho meses, le devolvieron al templo sus colores originales, sobre todo el marfil y el dorado que predominan en el altar.
La Parroquia San Vicente Ferrer es una de las más antiguas del país y sin duda ha contribuido a dar origen al distrito de San Vicente.
Fuente: Revista Espacio&Confort / Arquitecto Leandro Etchevers.
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