miércoles, 31 de enero de 2007
martes, 30 de enero de 2007
jueves, 25 de enero de 2007
FUNDACION CABEZAS
Fundación José Luis Cabezas, creada el 21 de julio de 1997, con el firme propósito de luchar contra la impunidad y para esclarecer totalmente el crimen de José Luis
www.fundacioncabezas.com.ar/
BLOG DE PERIODISTAS
http://blocdeperiodista.com/
http://blocdeperiodista.com/2006/01/jos-luis-cabezas-fotgrafo.html
ARGRA
http://www.argra.org.ar/new/index.php
http://www.argra.org.ar/new/cabezas1.php
NOTICIAS
http://www.revista-noticias.com.ar/cabezas/index.html
CLARIN
http://www.clarin.com/diario/2007/01/25/um/m-01351354.htm
PAGINA/12
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-79542-2007-01-25.html
LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=878220
TN
http://www.tn24horas.com/video.asp?Id_Nota=51654
PERFIL
http://www.perfil.com/contenidos/2007/01/23/noticia_0086.html
http://www.perfil.com/contenidos/2007/01/25/noticia_0053.html
http://www.revista-noticias.com.ar/blogs/fotolog/
Allí, justo debajo de la ruta y a metros de un viejo puente de hierro, un equipo de siete buzos del Cuerpo de Bomberos de la Policía Bonaerense se sumergió a las once y cuarto de la mañana. Diez minutos después, uno de ellos tenía la cámara de Cabezas en las manos.
lunes, 22 de enero de 2007
Son los policías Prellezo, que lo ejecutó, y Gómez, que dio zona liberada. El resto está libre. Ríos cumple arresto en su casa y uno de los horneros murió.
Rodolfo Lara LA PLATA. CORRESPONSAL
Fernando Gonzalez
El país que gira sobre sí mismo no podía recordar a José Luis Cabezas de otro modo. Con apenas dos de sus asesinos presos. Porque el resto disfruta de tres formas diferentes de libertad: uno está muerto; otro cumple arresto en su casa y los demás andan por allí, como si nada hubiera sucedido el 25 de enero de 1997.Es que así es la cara más despreciable de la Argentina. La que tiene que ver con la violencia, la muerte y la impunidad. Después del asesinato de Cabezas, pocas cosas cambiaron para evitar que les pase lo mismo a otros argentinos en el futuro.Duhalde puso en cuarentena a la Policía bonaerense. Arslanián fue nombrado ministro y comenzó una serie de purgas en la fuerza de seguridad más temida del país. Pasaron los años y algunas elecciones, y Duhalde logró convertirse en presidente.Pero los cambios no consiguieron demasiado. No sirvieron las leyes votadas por los legisladores ni la interpretación de los jueces, que suelen terminar con los delincuentes fuera de la cárcel mucho antes de cumplir sus condenas. Así pasó con Cabezas. El delito continúa ganando la carrera con bastante comodidad.Lo que sí cambió en el país adolescente es la vida de quienes más querían a Cabezas. Sus padres aún lo sufren. Y hace 10 años que su mujer y su hija lo extrañan en España.
FUENTE: DIARIO CLARIN, LUNES 22 DE ENERO 2007
http://www.clarin.com/diario/2007/01/22/elpais/p-00603.htm
jueves, 18 de enero de 2007
POR PRIMERA VEZ HABLAN ALGUNOS DE LOS PROTAGONISTAS DEL SECRETO; Comienza a develarse el misterio sobre la última foto de Mitterrand.
La polémica imagen del ex presidente francés muerto fue capturada a hurtadillas, en el velorio.
LE MONDE. ESPECIAL PARA CLARIN
El lunes 8 de enero de 1996, al despuntar el día, la vida de Franois Mitterrand se apaga serenamente en la avenida Frédéric-Le-Play 9, a dos pasos de la Escuela militar, adonde se había retirado seis meses antes. Recién a las 10.55 llega el cable de AFP: "Mitterrand ha muerto, anunció su secretaría". Comienza el torbellino de las llamadas telefónicas y las visitas. La prensa no da más. Las necrológicas están listas, y los fotógrafos llevan semanas siguiendo al entorno de Mitterrand para contar sus últimos momentos en imágenes. Unos días antes, algunos paparazzi captaron su último fin de año en Egipto. Ahora quieren la foto en su lecho de muerte.Es una instantánea difícil de tomar y de publicar. En Paris Match, Roger Thérond quiere hacerlo. Para el director del semanario ninguna foto está prohibida. El sabe que un buen trabajo sobre hombres ilustres debe abarcar del nacimiento a la muerte. En la prensa, todos saben por ende que Paris Match puede comprar "la" foto. ¿Pero quién puede tomarla?Ese lunes, la familia de Mitterrand selecciona a quienes pueden ir al velatorio. Para acceder al muerto, hay que recibir una autorización solemne. En la otra punta de París, Pascal Rostain y Bruno Mouron, directores de la agencia Sphinx, están al acecho. Fueron ellos los que llevaron a Paris Match, en 1994, la primicia que mostraba por primera vez a Mitterrand, con la mano afectuosamente apoyada sobre el hombro de su hija oculta, Mazarine Pingeot. Ahora lo que querían era confiar la máquina a alguien para tomar la famosa foto. Sólo conocen a dos periodistas con posibilidades de acceder al cuarto donde lo velan. Claude Azoulay primero, el fotógrafo que sigue a Mitterrand para Paris Match desde 1979. Pero está demasiado enamorado de su sujeto. Para ese papel imaginan a Patrick Amory, cuentan hoy por primera vez. Alto y apuesto, de piel mestiza, siempre elegante y una labia incomparable. Se presenta alternativamente como antropólogo, modelo, etnólogo o profesor de gimnasia. Se hizo conocer en 1987 con un libro, Mission oxygène, dedicado a Greenpeace. Amory tiene el arte de suscitar confidencias y convertirlas en libros. Hace años logró entrar en la intimidad de los Mitterrand. La de Jean-Christophe, el hijo mayor, y la de su madre, Danielle. La ayuda a escribir su autobiografía. Rostain y Mouron le entregan una Minox 35, una de las máquinas fotográficas más pequeñas en el mercado. Más aún, ajustan la máquina para él. Saben que la habitación forzosamente estará iluminada con una luz tamizada. Eligieron una película de 800 ASA y bloquearon con cuidado la distancia en 3 metros, para una foto de pose lenta en 30 segundos. "Lo único que tenés que hacer es quedarte quieto y apretar el botón", le explican. La máquina tiene un gran angular, lo que permite abarcar todo el cuarto, pero al ser muy pequeña puede guardarse en un bolsillo.Mitterrand descansa sobre la cama, vestido con un traje gris oscuro. Su rostro está sereno, levemente maquillado. En la pared, hay un grabado de Venecia. En la pequeña biblioteca, obras sobre arte románico y el Libro de los muertos. En la mesa de noche, una novela de André Gide.El lunes, Amory pasa para apuntalar a Danielle. Regresa el martes, sin que nadie se sorprenda. ¿Acaso la seguridad no lo considera desde el verano como un íntimo de la familia? Nadie se sorprende tampoco con la llegada de Claude Azoulay. En su bolsillo se oculta la máquina de fotos de la que nunca se separa. Se recoge unos minutos. Emocionado, besa los pies del yaciente. El fotógrafo de Paris Match observa el enorme retrato de Mitterrand, pintado con mina de plomo por Frédéric Pardo. Azoulay saca la máquina del bolsillo y, frente a guardias y amigos, lo inmortaliza varias veces. El fin de semana siguiente, en la sede de Paris Match, Michel Sola, jefe de redacción, recibe una llamada de Thérond. "Va un taxi con fotos en un sobre", gruñe el jefe, lacónico. A las pocas horas, un chofer de taxi le entrega un sobre de papel madera. En el interior, tres negativos que manda de inmediato al laboratorio. Las fotos son las de Mitterrand en su lecho de muerte. Técnicamente buenas. El encuadre es perfecto.Thérond en persona elige dos. "¿Por qué te preocupa lo que van a decir? Hoy pueden criticarte por una foto que dentro de diez años será una obra maestra". Adivinando el escándalo, decide entonces acompañarlas con retratos póstumos famosos: uno de Victor Hugo por Nadar, otro de Marcel Proust por Man Ray y la máscara mortuoria de Napoleón I por el doctor Arnot. Cuando sale la revista el martes 16 de enero, dos días antes de la fecha habitual, la tirada es de 1.800.000, la venta histórica. Las miradas indignadas del entorno de Mitterrand se vuelven de inmediato hacia tres personas. Azoulay, a quien todos vieron con su máquina. Se sospecha del doctor Jean-Pierre Tarot e incluso del novio de Mazarine. Azoulay es acusado de traición. Dejan de estrecharle la mano. Le dan vuelta la cara. La justicia inicia una investigación. Interrogado por la policía, Roger Thérond se niega a dar el nombre del fotógrafo. Después de defender "el interés histórico de las fotos", admite que se trata de un "conocido de la familia Mitterrand". La investigación judicial nunca revelará el misterio de la identidad del fotógrafo. La revista es condenada a pagar 1 franco simbólico por publicar las fotos sin consentimiento, basados en que el derecho a la vida privada no termina con la muerte. El impacto se atenuó. Thérond murió en 2001 después de haber liberado a Azoulay de toda responsabilidad. Amory sigue trabajando con Danielle Miterrand y hoy asegura que devolvió la máquina de fotos a los editores de Paris Match, diciéndoles: "Esto —por la cámara— no funcionó". "Thérond se fue con su secreto", se felicita Amory, despejando con esa fórmula las sospechas que pesan sobre él. La familia Mitterrand, que había hecho prohibir durante nueve meses el libro del doctor Claude Gubler que relataba el cáncer del jefe de Estado, adoptó al parecer las costumbres de Mitterrand, que nunca atacaba a la prensa ante la Justicia."A todos en la familia la foto les pareció magnífica", dice hoy Jean-Christophe Mitterrand. "Curiosamente, mamá no la sintió como un ataque, le parecía muy buena incluso, una foto digna de una tradición decimonónica, que inscribía a papá en la línea de Victor Hugo", llegó a escribir Mazarine Pingeot. En el Musée d'Orsay, donde su madre es curadora, se organizó hace 4 años una muestra dedicada al género particular del "Ultimo retrato".En el catálogo, se menciona que Francois Mitterrand había estado observando con recogimiento la foto — anónima — de Léon Blum en su lecho de muerte. En aquel momento había dicho, con admiración: "Conquistar un rostro como éste, es el significado del socialismo".
(Fuente: Diario Clarin, Jueves 18 de enero, 2007)