A mediados del siglo XVII las visitas frecuentes a las costas del Río de La Plata de piratas, bucaneros y filibusteros ingleses, holandeses y franceses, impulsaron al Gobernador José Martínez de Salazar para que por Cédula del 16 de Marzo de 1663, diera la orden de “…… erigir un fuerte en el puerto de Buenos Ayres y levantarse torres en la costa que sirviesen de atalaya para descubrir los bajeles enemigos…”En 1735 el Gobernador Miguel de Salcedo, por temor a una invasión externa luego del ataque portugués a la Colonia del Sacramento, dio a la guarnición de Atalaya carácter definitivo de “Guardia Fluvial y Terrestre”. En un momento incierto entre estas dos fechas (1663 y 1735) se estableció la Guardia de Atalaya. Conformada por gauchos y Blandengues tuvo, desde sus orígenes, carácter exclusivamente militar y su principal misión consistía en la vigilancia del contrabando con la Banda Oriental y, en menor medida, en el aviso y la protección frente a los malones.
Las características hidrográficas de la costa y del arroyo hicieron de Atalaya un puerto natural, figurando en diversas cartas náuticas españolas, francesas, inglesas y portuguesas desde principios de 1700 y para 1807 la guardia atalayense figuraba como un punto estratégico en las cartas hidrográficas de Félix de Azara.
En 1825 el Imperio del Brasil declara la guerra a la Provincias Unidas del Río de la Plata y el 24 de agosto de 1826 se produce, en la costa Magdalenense, el desembarco de 65 brasileños armados con sables y fusiles. La antigua Guardia de Atalaya, conformada por sólo 25 gauchos de a caballo armados con lanzas, boleadoras y algunos sables, libró combate contra las fuerzas imperiales logrando su retirada.
Finalizada la guerra con el Brasil, el 9 de mayo de 1832 buques de guerra franceses y una fuerza de desembarco de 600 hombres atacaron, con fuego de artillería e infantería, el puerto de Atalaya. El enfrentamiento con la guardia local de gauchos y Blandengues, denominado posteriormente “Combate del Sauce”, culminó con la retirada de los franceses.Luego de este período de esplendor e importancia militar el puerto de Atalaya se sumergió en el olvido hasta que en 1871 el asentamiento de los saladeros lo rescató del ostracismo.
(FUENTE: http://www.elsaladero.com.ar/ )
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